* «¡OÍGANLO BIEN MALDITOS!, SOMOS MÁS LOS HOMBRES DE BIEN Y LA SANGRE DE GISELA CAERÁ SOBRE SUS CABEZAS Y LA DE SUS HIJOS POR SIETE GENERACIONES», DIJO EL SACERDOTE DURANTE LA HOMILÍA
Celaya, Gto. a miércoles 3 de abril de 2024. Gisela Gaytán, candidata de Morena a la alcaldía, asesinada el pasado lunes mientras que realizaba un acto de campaña en la comunidad de San Miguel Octopan, fue despedida con una misa de cuerpo presente realizada la tarde de este miércoles en la Catedral de Celaya.
Acompañada de su esposo, familiares, hermanas, amigos, conocidos, políticos y militantes y simpatizantes de Morena le dieron el último adiós en una misa en donde el sacerdote que ofició la misa, César Corres Cadavieco, les dijo a los responsables de este crimen:
“¡Oíganlo bien malditos, somos más los hombres de bien y la sangre de Gisela caerá sobre sus cabezas y las de sus hijos por siete generaciones como dice la Biblia!”, expresó durante su sermón.
Durante el sermón el sacerdote señaló que no confía mucho en la justicia terrenal, pero de la divina los responsables no se van a escapar.
“No quedará impune, o tal vez sí ante los poderes humanos. En este País los crímenes no se castigan, pero ante el juicio de Dios no se podrán escapar, les espera la destrucción y un sufrimiento atroz”.
A la misa de cuerpo presente acudieron varios políticos, entre ellos la candidata de Morena a la gubernatura, Alma Alcaraz; el candidato al senado Ricardo Sheffield; el diputado federal, Emmanuel Reyes Carmona, entre otros.
De manera inesperada y visiblemente triste y consternado, llegó a la misa el candidato a primer regidor Adrián Guerrero Caracheo, quien estuvo presente en el ataque a Gisela Gaytán y a quien dio por muerto la Secretaría de Seguridad Pública Federal y horas más tarde la dependencia aclaró que su estatus era de “no localizado”.
Posteriormente el propio Adrián Guerrero, avisó a sus compañeros de partido que estaba bien, pero se dirigió por sus propios medios a la Fiscalía General de la República en San Miguel de Allende para solicitar seguridad pues teme por su vida. Al templo llegó custodiado por personal de la Guardia Nacional.
Al término de la misa, los presentes le aplaudieron y comenzaron a gritar: «¡presidenta, presidenta!, le aplaudieron y dirigieron algunas palabras y al final llegó un mariachi que entonó la melodía «Amor Eterno».