Celaya, Gto. a viernes 5 de mayo de 2023. “¡Espérame tantito, pronto te voy a ir a encontrar!”, dijo Juan, esposo de la madre buscadora, Teresa Magueyal Ramírez, asesinada el pasado martes en la comunidad de San Miguel Octopan y quien fue sepultada este viernes.
Tristes y por momentos resignados, sus familiares dijeron que lo único que quieren es que haya «justicia divina», pues Teresa «ya está en un mejor lugar».
«¡Ya está tranquila, ya está con su hijo!», fue una de las frases que destacaron sus familiares y amigos de Teresa Magueyal de 66 años de edad, asesinada el martes en la calle Melchor Ocampo de San Miguel Octopan y quien buscaba a su hijo desaparecido desde hace tres años.
Acompañada de sus hijos, hermanos, nietos, amistades y vecinos de la comunidad de San Miguel Octopan, a Teresita le dieron el último adiós con una misa de cuerpo presente en la Parroquia de San Miguel Arcángel ubicada en el centro del poblado, para posteriormente sepultarla en el panteón de la localidad.
Aún sin entender el motivo por el que asesinaron a Teresita o Doña Tere –como le decían de cariño-, sus familiares oraron y se despidieron de la madre buscadora, a quien recuerdan como una mujer alegre y altruista, que los últimos tres años estuvo enfocada en la búsqueda de su hijo, José Luis Apaseo Magueyal, quien desapareció el 6 de abril del 2020.
Doña Tere pertenecía al Colectivo ‘Una Promesa por Cumplir’, con el cual salía a las búsquedas de personas desaparecidas, ya que durante los últimos tres años buscó a su hijo de manera incansable.
El pasado martes fue asesinada poco antes del mediodía en la calle Melchor Ocampo en la comunidad de San Miguel Octopan. Ese día ella se trasladaba en su bicicleta y regresaba de realizar algunas compras, sin imaginar que serían sus últimos momentos de vida.
Finalmente este viernes se le sepultó entre cánticos y rezos en el panteón de San Miguel Octopan, en donde sus familiares se acercaron al féretro de color café para abrazarla y desearle buen viaje.
“Lo bueno que ya vas a descansar mamá, seguramente ya te encontraste con mi hermano. Ya estás mejor”, dijo llorando una de sus hijas.
El velorio, la misa y el sepelio fueron resguardados por una patrulla de la policía municipal.