Celaya, Gto. a miércoles 20 de diciembre de 2023. Será durante la tercera semana de enero cuando se comiencen a colocar los chips a perros y gatos.
En una primera etapa se colocarán 500 dispositivos electrónicos, cuyo costo para el propietario del animal oscilará entre los 40 y 50 pesos.
El Director de Desarrollo Social, Francisco Arreguín, informó que ya se definió que la tercera semana de enero arrancará una campaña masiva de esterilización de perros y gatos y a la par iniciará la colocación de chips a estos animales.
Durante ese evento también se echara a andar el parque para perros que actualmente se construye en el Parque Fundadores 450.
Se estima que durante esa semana de esterilización, se colocarán 200 chips de los 500 disponibles.
El funcionario dijo que no se tiene la fecha exacta del arranque del programa pero «es seguro que inicia la tercera semana de enero», en donde también se promoverá el compromiso de atención y responsabilidad que deben tener los propietarios para con sus animalitos.
«En la campaña de esterilización arrancaremos con la colocación de los chips, ahí daremos a conocer el arranque de los chips cuyo costo será entre 40 y 50 pesos”, señaló el Director de Desarrollo Social.
Francisco Arreguín informó que la inversión que se hizo en la compra de estos primeros 500 chips que se colocarán a los perros y gatos, fue de 150 mil pesos. Aunque para el 2024 se priorizará la compra de 3 mil dispositivos.
Los dueños de perros y gatos están obligados a colocar un chip a su mascota, esto en base al nuevo Reglamento para la Protección, Control y Asistencia Animal para el Municipio de Celaya. Sin embargo el municipio está obligado a proveer de este servicio, y por el momento las autoridades municipales no podrán cubrir a toda la población canina y felina, por lo que en un inicio no habrá sanciones o multas por este concepto.
En enero, los chips serán colocados únicamente en el Centro de Control y Asistencia Animal -comocido como la perrera municipal-.
El microchip es un dispositivo electrónico de pocos milímetros que el veterinario coloca al perro con una simple inyección subcutánea, en cuyo interior hay un dispositivo al que se le asigna un código de barras único que permite la identificación de los responsables de los animales.